Bajo la tutela del ex presidente José Napoleón Duarte, ese partido liberal pasó de ser un partido de oposición con ideario político ante las dictaduras militares (incluso fue caldo de cultivo ideológico para algunos movimientos armados) a convertirse estando en el gobierno en una inmensa cartera de empleo que dio cabida a una serie de oportunistas y sanguijuelas políticas que succionaron todo cuanto pudieron del gobierno en detrimento de los genuinos anhelos del pueblo salvadoreño, pueblo que vio en el traspaso de mando de Álvaro Magaña a Napoleón Duarte aquel junio de 1984 un halo de esperanza…y de cambio.
Pero como sabemos los que estudiamos nuestra historia y los que vivieron esos sucesos, nada cambió, contrario a eso la situación de este pequeño país empeoró. En medio del conflicto armado, el gobierno de Duarte vio su desempeño manchado con las genuflexiones más vergonzosas ante el imperialismo al besar la bandera yanqui en la Casa Blanca, y ante la oligarquía criolla salvadoreña con el pacto con las infames y cuestionadas fuerzas militares de la época.
En lo doméstico, el PDC, la denominada aplanadora verde, engordaba y engordaba sus filas a fuerza de empleos en el estado, tráfico de influencias y ominosa corrupción. Con mayoría en la Asamblea legislativa y un importante número de municipios bajo su control. Esto como antecedente de la decadencia y piltrafa a que han convertido ese minúsculo instituto político, actual fiel rémora del utra derechismo recalcitrante de la mano de Rodolfo Parker (3), peón jurídico de la oligarquía y sus causas infames.
El PDC reprodujo –como en todo partido político tradicional- las desviaciones de la sociedad. El ideario democristiano en boga en la época -que venia desde el Sur de América con Eduardo Frei padre- se constituyó en una opción política ante la vía armada revolucionaria y como respuesta electoral a las dictaduras militares. Este ideario político religioso se vio empañado en El Salvador con la galopante corrupción del gobierno de Duarte, tráfico de influencias e intereses creados en las bases del los pescaditos.
La misma suerte corrió el partido ARENA (2). Expresión electoral de la oligarquía criolla salvadoreña. Sus bases se incrementaron exponencialmente en el transcurso de las 2 décadas en las que saquearon el país estando en el gobierno. A los eventos públicos de ARENA no asistían militantes arenazis, sino los empleados del gobierno, por su voluntad u obligados. El marco ideológico originario en ese partido cedió ante el crimen de cuello blanco, las bandas organizadas de nuevos ricos a costa del Estado, intereses creados, el chantaje, el mismo tráfico de influencias y demás delitos que provocaron la decadencia de ese partido y su agonizante presente.
En rio revuelto ganancia de pescadores
En sus documentos, Schafik además de advertir los peligros orgánicos una vez el FMLN llegue el gobierno, denuncia la filtración de ex militantes democristianos en las filas efemelenistas, con todo y sus viejos vicios. Y es que el FMLN actual es una opción viable para viejos democristianos que a través de su sentido común identifican al FMLN como única opción para sus aspiraciones políticas o vulgar anhelo de ascenso en la escala social, es decir en buen jalvadoreño, componerse.
En los estatutos del FMLN se identifican las cualidades, deberes, derechos y obligaciones de los militantes y en el último proceso interno para elegir a directivas municipales y departamentales en agosto de 2010, se identificarán y separarán las condiciones de afiliado y militante. Votarán sólo militantes.
La decisión sobre la condición de quién es militante o no lo es será de exclusiva decisión de otros militantes, quienes informarán sobre si determinada persona ha trabajado para el partido en los últimos años. No me referiré a las múltiples preguntas y cuestionamientos que a cualquiera que tenga dos dedos de frente le surgirán respecto a los posibles criterios, subjetivismos, que pudieran empañar o errar sobre el desempeño de un militante cualquiera bajo el escrutinio de otro militante que informa a su referente superior valiéndose de su cargo o cercanía.
La experiencia de cualquier organización social, escuela, estado o partido político – aún más en los partidos revolucionarios no clandestinos- indica que una excelente forma de planificación y administración es la carnetización. SI existe un padrón que registre la militancia o afiliación de determinada persona, necesariamente debe existir un documento en el que conste esa afiliación al interesado.
El padrón y el documento es el registro por excelencia que denota los derechos y deberes de la institución para con el afiliado y viceversa.
El FMLN no es el Estado burgués ni debe serlo. Es un partido de masas actualmente participando en el Gobierno de El Salvador, que acorde a sus circunstancias busca ser revolucionario y busca descubrir su propio rumbo al socialismo. El FMLN posee sus particularidades, en el partido se ha ensayado cualquier forma de elección democrática con distintos niveles de éxito, desde la mano alzada simple hasta los más sofisticados y engorrosos procesos electorales – comanditos de campaña de cada facción contendiente incluidos - después de los que realiza el Estado salvadoreño.
Sin embargo en un símil que ilustre la necesidad de carnetización en el FMLN: ¿Qué tal que en el Estado de El Salvador existiera padrón electoral pero no existiera DUI en el que conste que como ciudadano salvadoreño se tiene el derecho de ejercer el voto?
¿A quién beneficia que no exista carnetización en la militancia del FMLN? Esas respuestas no aparecerán en este documento, no es ese mi objetivo. Sin embargo, la oligarquía y sus medios ideológicos –de prensa- en sus previsibles actuaciones intentarán sembrar la intriga, crear intereses y división entre el inmenso aparataje, militancia, afiliados y simpatizantes del partido en el gobierno FMLN. Esa es una actuación natural del enemigo de clase que reconoce en el FMLN como la seria y contundente afrenta a sus intereses.
La juventud Comunista del Uruguay, por citar un ejemplo, extiende un carnet a sus militantes en los cuales consta su fecha de afiliación a la organización y si el militante está al día en sus aportes económicos para la subsistencia de la organización. Posee un código, o nombre que lo identifica como miembro militante y es el documento en el que se reconoce sus derechos y obligaciones ante la UJC del Uruguay. No hay vuelta de hoja.
Como ese ejemplo, existen miles, cientos de miles, en cualquier organización humana, en el estado mismo y en cualquier organización revolucionaria que se no se vea en la obligación de operar en el clandestinaje.
El militante, afiliado y funcionario público del FMLN debe aportar económicamente de acuerdo a una tabla establecida al partido para que la organización subsista, sin embargo no existe un documento oficial (solamente un recibo informal) que haga constar a ese militante, afiliado o funcionario público si está al día o no con sus aportaciones del partido ni con sus derechos ante él.
Ordenar la casa en un FMLN que ha crecido en simpatizantes de forma impresionante es una necesidad. Si ese es el espíritu que mueven los sucesos al interior de las elecciones internas del FMLN, entonces es un esfuerzo que se saluda.
Sin embargo, no estando en la clandestinidad, siendo el partido más grande de El Salvador, participando en el gobierno del pequeño país, teniendo una de las más sofisticadas maquinarias electorales que partido de izquierda revolucionaria alguno quisiera tener en Latinoamérica, ¿no sería sano un ejercicio de carnetización a la militancia del FMLN?.
Si hubiera un carnet en el que se evidencie la afiliación y militancia en el FMLN, fecha de afiliación, registro de cuotas partidarias, comicios en los que se ha desempeñado, cargos que ha desempeñado, formación política ideológica recibida, diplomados recibidos, ocupación o grado académico, municipio de militancia entre tanta otra información útil, ¿qué argumento tendrían los detractores del actual proceso interno en el FMLN?, ¿Qué oportunidad tendrían los oportunistas dentro del FMLN que buscan satisfacer sus mezquinas ambiciones electorales?, ¿Qué puerta argumental encontrarían aquellos que acusan a los de siempre para perpetuarse en la dirección del partido cual rueda de caballitos?, ¿cómo podría un referente valiéndose de su cargo descalificar por causas personales y demás desviaciones a otro militante para impedirle optar por cargos internos y de elección popular?. La carnetización es posible y debería ser el próximo paso en la organización del FMLN. La carnetización traería consigo un sinnúmero de beneficios que exceden los objetivos del presente artículo.
En el documento en referencia fechado en el año 2003, Schafik saluda a Medardo González (Milton Méndez) y lo aprueba como candidato a coordinador general del partido para un ejercicio de 3 años. Depositario de la confianza que Schafik puso en él, Milton Méndez ha sabido llevar durante 6 años a fuerza de serenidad, talante y paciencia a un FMLN fisurado como lo encontró a través de la senda de la histórica victoria en marzo de 2009 en la que por fin se ganó el ejecutivo.
Haber transitado ese recorrido no ha sido fácil, y nadie sospechó que así fuera. Ahí el mérito de un hombre sobre el que pesa la conducción del único partido de izquierda y principal y más grande instituto político en El Salvador, lo que le da razones suficientes para que Milton sea propuesto a seguir conduciendo desde la trinchera de Coordinador General del FMLN.
Veo el mundo desde mi orientación marxista. Así leo el mundo. Ello me obliga a declararme enemigo del dogma. Tampoco es mi intención ensalzar la figura de ningún individuo. El culto a la personalidad es otra forma de dogma. Creo en la supremacía del saber colectivo y reconozco la importancia del aporte individual en función de este. No ensalzaré a nadie sino por sus méritos históricos, teóricos y ejemplos de vida que me acercan a esas figuras humanas -capaces de errar como yo- y no me alejan de ellas. Por eso cuestiono a todo aquel que con o sin razón o argumento vive ensalzando la figura de Schafik Jorge Hándal – algunos hasta le llaman Comandante Simón sin haber combatido bajo sus órdenes- con el rastrero objetivo de sacar réditos políticos al interior del FMLN. ¿Cómo es posible que existan “militantes” del FMLN que se pasan rasgando sus vestiduras rojas en torno a la figura de Schafik pero que no hicieron ni hacen eco de su aporte teórico sustentado en la experiencia del que cariñosamente llamamos “El Schafo”? Este es no más que un aporte, una propuesta a discutir. Que así sea.
Notas
(1) Partido Demócrata Crisitiano, que gobernó El Salvador de 1984 a 1989 con el ex Presidente José Napoléon Duarte.
(2) ARENA, Alianza Republicana Nacionalista. Gobernó El Salvador desde junio de 1989 hasta marzo de 2009. Fundada en Guatemala en 1980 por el Mayor Roberto Dabuisson Arrieta bajo la tutela del guatemalteco y reconocido neo nazi Mario Sandoval, con la unión del Frente Amplio Nacionalista, Frente Femenino y estructuras paramilitares financiadas desde Miami conocidas como “Escuadrones de la Muerte”. Dabuisson fue señalado por la Comisión de la Verdad como autor intelectual del asesinato de Monseñor Romero entre otros crímenes.
(3) Actual secretario general del PDC. Diputado de la Asamblea Legislativa. Conocido asesor legal del gran empresariado salvadoreño.