Negar yerros, no es más que predicar
por Herbert Vargas
www.versus2010.blogspot.com
Cuando lo entrevistamos para Radio Zurda, recuerdo nos pareció que sus declaraciones eran un equivalente a que nos hubiéramos puesto a leer un par de horas internet copy paste copy paste y listo. Pero pues si, era el renombrado "Heinz The Heinz Dieterich". En esa ocasión le pregunté por algunos artículos suyos sobre Bolivia y Venezuela y sus respuestas parecen haber dado varios giros. O sea que aparte de su amabilidad, no nos sorprendió pues.
En cualquier artículo, si hubiera algo que no fuera mas que entusiasmo dogmático, lo diría con la intención de ser razonable. Dieterich intenta dotar sus letras de "pragmatismo" y antidogmatismo. Pero me parecen muy extraños sus propósitos porque a todas luces no inserta en su escrito otras variables económicas, políticas y sociales,(bloqueo económico a Cuba, la solidaridad económica en el marco de la Alianza Bolivariana entre tantas otras) determinantes que ayudarían al lector y a sus estudiantes mexicanos a entender cómo y porqué el sistema cubano vive y el cómo y porqué sucede lo que sucede en Venezuela.
Sospechosamente o por algún motivo que desconozco pero imagino, Dieterich desconoce el dinamismo de la historia. No quiero ser un entusiasta dogmático, pero Si Cuba no se hubiera adaptado a las circunstancias de cada período en medio siglo, no fuera la Cuba de hoy. Si Cuba, por ejemplo hubiera permanecido estática (dogmática) ya imaginamos el análisis por demás incompleto de Dietetrich sumándose quizá al fin de la historia de Fukuyama. Sin embargo, en lugar de saludar la capacidad de Fidel y la revolución cubana de asimilar el contexto histórico que se cierne, el profesor germano mexicano vaticina el colapso. ¡De cuántos colapsos teóricos se ha librado ya Cuba!. En un juego especulativo, pareciera que a Dieterich le encantaría que sus primeras premisas planteadas en este articulo fueran realidad y seguramente terminaría calificando a una Venezuela "antidemocrática" bajo el esquema estático cubano. Yo no se si se perdieron 5 años que él dice, o se aprovecharon para la discusión, análisis y debate para lo que Cuba es hoy después del retiro de Fidel del Consejo de Estado. Pero basándome en los hechos, me inclino por lo segundo.
El poder es corruptor por excelencia. La corrupción está presente en toda organización humana. Hasta dialéctica es cuando nos señala constantemente (de acuerdo a ciertos marcos deontológicos) lo que es de lo que no debe ser. Será cada gobierno y cada país, quienes identifiquen y corrijan sus acciones, negar errores no es más que predicar, y de eso adolecen demasiado las izquierdas y aún más las derechas. Predicar, negar el error, es además de obtuso, anticientífico. Parte de esa predicación, ha sido el concepto pueblo, tan prostituido que me obliga a preguntar a propios y extraños ¿qué es el pueblo?. Usada la palabra para intereses políticos de todas las doctrinas, pueblo no es lo mismo ni para el imperialismo, ni democrsitianos, ni para católicos, comunistas, capitalistas, oligarcas, diputados variopintos, nacionalistas y demás. Entonces a qué se refiere Dieterich con que "A Hugo Chávez le quedan para la misma tarea (cambiar modelo) menos que ocho meses. Ese tiempo es objetivamente suficiente, bajo una condición: que el pueblo imponga la rectificación, porque los líderes de la nueva clase política “bolivariana” son tan arrastrados ante el poder que no pueden atender el supremo destino de la nación, cambiando el rumbo del Titanic". Digo pues, porque en Venezuela, con todos sus yerros, y basándome en hechos, son los menos favorecidos, los más pobres, los denominados marginales los que van por la "revolución" y si ello se ha logrado con la distribución de la riqueza nacional a través de subvenciones estatales, ¡enhorabuena!. Entonces ¿no es ese mismo pueblo el que ha decidido una tras otra vez su gobierno Bolivariano en 12 años? ¿qué es para Dieterich rectificar entonces?.
Si los esfuerzos políticos no alcanzan para mantener la articulación de las fuerzas bolivarianas (capas medias incluídas) para 2012, será la prueba de fuego por excelencia para la revolución bolivariana y probado está que , sin importar los resultados electorales, los avances sociales en Venezuela y la historia misma no paran allí . Dieterich en una jugada confusa, revuelve los conceptos de funcionario, partido , pueblo y los reune a todos bajo el calificativo de clientes. Generalizar es otra forma de predicar. Ante los hechos de los últimos 2 años, en términos económicos,sociales y culturales: Finlandia colpasó, México colapsó. Grecia colapsó, Estados Unidos colpasó, España colapsa, Francia colapsa, Centroamérica colapsa. Y Cuba...sigue. Y Venezuela ...avanza.
Venezuela: cambia el modelo o colapsará como el modelo cubano
Lunes, 27 Septiembre 2010
Heinz Dieterich (*)MEXICO - Los resultados electorales de Venezuela manifiestan una verdad vital para el proceso bolivariano y plantean una incógnita existencial para el Chavismo. La verdad es, que el modelo de gobierno postgolpista de Hugo Chávez, de 2003-2007, ha sido incapaz de desemantelar el Bloque Electoral Opositor (BEO) de la derecha en siete años, pese a disponer de condiciones excepcionalmente favorables para lograr tal fin. Ahora, la interrogante existencial es, si Hugo Chávez ganará las elecciones presidenciales del 2012.La incapacidad de la política del Presidente, de destruir el Bloque Electoral Opositor (BEO), es tanto más dramática cuanto que contaba con condiciones extraordinariamente favorables, entre ellas: 1. Los exorbitantes precios del petróleo; 2. Una discreción ejecutiva y legislativa prácticamente absoluta, por los dólares de PdVSA y la ausencia de la oposición en la Asamblea Nacional; 3. Una oposición extraparlamentaria fragmentada, sin Proyecto Nacional y sin líderes de estatura, es decir, una oposición ¡sin cabeza ni cuerpo!La pregunta para el 2012 es si esas condiciones mejorarán o empeorarán. La respuesta es evidente: los precios petroleros no van a subir; la oposición, reactivada por su éxito relativo, logrará una mayor unificación que ahora, y el modelo de gobierno del Presidente se volverá más disfuncional de lo que hemos visto desde diciembre del 2007, particularmente en su aspecto económico y propagandístico.
Este escenario es más grave aún, si se toma en cuenta que la oposición dispone ahora de un foro propagandístico nacional (la AN), del cual carecía desde el 2005, y que la campaña electoral fue el máximo esfuerzo organizativo que el Presidente, su clase política y su Partido podían realizar. No será posible aumentar su potencia para la campaña de 2012.La dialéctica decisiva de la lucha política en Venezuela es la siguiente. El Bloque Electoral Opositor (BEO) tiene una sólida base socio-ideológica, de alrededor del 37 por ciento. El Bloque Bolivariano tiene una base semejante con alrededor de un 40 a 43 por ciento. El sector flotante, “los ni, ni” como dicen en Venezuela, representa alrededor de un 25 por ciento del electorado votante. Ese sector flotante, sin mayores lealtades ideológicas, decidirá las elecciones presidenciales del 2012. Desde el 2003 en adelante, el gobierno ha ganado su lealtad mediante los enormes subsidios estatales. Pero, los bajos precios del petróleo, la ineficiencia económica y la alta inflación, no permitirán que este método de cooptación y atracción de clientelas, podrá mantenerse tal cual hasta las elecciones del 2012. Y sin las mieles del subsidio y de las ganancias estatales, ese sector probablemente caerá víctima de los cantos de sirena de la oposición.Raúl Castro está dejando a pasos agigantados el sistema del Socialismo del Siglo XX atrás.
A pasos agigantados, porque: a) la revolución del sistema cubano tenía que haberse hecho como consecuencia lógica e inmediata de la autocrítica pública de noviembre del 2005, de Fidel Castro y, b) porque, si Raúl no la hace ahora a gran velocidad, el sistema colapsa con un desenlace caótico.En Cuba se perdieron cinco valiosos años antes de emprenderse la necesaria rectificación de un modelo estructuralmente agotado. A Hugo Chávez le quedan para la misma tarea menos que ocho meses. Ese tiempo es objetivamente suficiente, bajo una condición: que el pueblo imponga la rectificación, porque los líderes de la nueva clase política “bolivariana” son tan arrastrados ante el poder que no pueden atender el supremo destino de la nación, cambiando el rumbo del Titanic.(*) Analista mexicano
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